¿OS PASA A VOSOTROS TAMBIÉN?

No se lo que me pasa últimamente; no dejo de confundir ficción con presente.

¿Serán las primeras consecuencias digitales en generaciones audiovisuales?
¿O quizás es algo más personal?

Cierto es que mi cerebro criado en lo analógico y a la antena de dos cadenas, no sintoniza bien SmartTVs y se marea ante el 3D y con los juegos virtuales. Pero además, entre las gafas progresivas y la presbicia, en este último par de años, todo se me difumina o me suena de memoria a revivals de VHS y UHF. Y entre que veo y no veo, y qué veo; y entretanto, no dejo de confundir la ficción con la realidad…

¿Os pasa a vosotros también?

Puede que sea la acumulación de horas frente a la pequeña pantalla. O el signo de los tiempos
Tal vez, he abusado de exposición ‘a la candela del televisor y me han hecho rehén las musarañas’ (como diría Vetusta Morla); soy de esos afortunados desempleados que podemos ir al día con las series de cualquier cadena en cualquier plataforma, y hasta incluso comparar informativos por si hay cambios de guión del presente.
El caso es que se me mezcla el telediario con mi dosis de ficción diaria.

Y algo hay; algo tengo… ¿Realidad aumentada?

Posible herencia de aquello de ‘si sale por la tele, debe ser verdad’

No concibo la vida sin Ficción; desde que tengo uso de razón. Y no hablo de la literaria -que también- sino de la televisiva; que dicen vive su edad de oro y se ha ganado la letra capital.
Para entender la realidad o para evadirla. Y para comprender la propia; porque como decía Twain, “lo que diferencia realidad y ficción es que ésta última, ha de tener sentido”
Y como decía Truffaut, “siempre he preferido el reflejo de la vida a la vida misma”
No concibo, pues, la vida sin Ficción.
Y como terapia, como ajuste de programación, lanzo este piloto, este primer post.

Games of Thrones

Games of Thrones

27S

Pero como no todo es política y no siempre se está pa’ comedias, decido distraerme con la ciencia ficción de la colorista e hipnótica ‘Utopia’, pero me devuelve la duda con noticias de farmacéuticas, vacunas no aceptadas e inoculadas y la Comunidad de Madrid.

Me siento en otro plano. Y no va de multi-pantallas o mundos virtuales; creo que se me ha ido el filtro, ya no distingo la diferencia de grano ni los pliegues del tiempo (que dirían en ‘Fringe’)
Y ya no se si Rajoy es el mismo personaje del plasma silencioso que el sonriente en las intimidades de la Moncloa…
¡A ver si la vida va ser producto de la imaginación y tengo que ponerme en auto-viral ‘buenos días, buenas tardes y buenas noches’ como Truman (el del Show, que no el de la non-fiction)!

Pasé el brote severo de ficcionitis con mi admirada ‘Operación Palace’ -fascinante, divertido y alternativo 23F del Évole-, pero no me lo creí. Pero cuando veo a la hermanísima imputada olvidando affairs, facturas y firmas, me vienen secuencias de ‘The good wife’; donde una esposa ejemplar apoya a su marido a pesar de sus infidelidades y corrupción política. Y aunque esta ‘buena esposa’ lo sabe y le abofetea tras los focos, el paralelismo del primer episodio (ante la prensa, de la mano y con sonrisa incluida) me recuerda al Duque emPalmado y a su parienta. Empiezo a preocuparme…
Y eso que he vivido un presidente de EEUU que salía en películas de vaqueros. Epoca de Nancys. Ya por entonces, las miraba en la tele y veía doble… Todavía en el Far West o con la suya en la Casa Blanca.
Pero la memoria, dicen, ficciona igualmente.

En fin, que mi desconcierto aumenta ante nuevos personajes tipo ‘Pequeño Nicolás, o cuando observo a Artur Mas golpear el atril (¿con su anillo?, ¿tocando madera?) tras anunciar el 9N.

Hoy 27S, se juega la independencia y la presidencia.
Y que mañana nos pille confesados; como a los de Volkswagen.

Pasará el día histérico e histórico.
Pase lo que pase… de verdad o de mentira. Y según nos lo cuenten…
Ya me veo viendo a un Mas a lo Underwood, mirando a cámara y corriendo por las Ramblas, financiado por unos automóviles, unas zapatillas o una joyería.
Que ahora, el tabaco está mal visto y publicitarlo mucho más…

Así que dejo el pitillo en el ceni y con la última calada aún en la boca, me despido hasta la próxima sintomatología que me gustaría compartir con vosotr@s ( y también consultaros)
Para terminar y como decía el gran Gasset en algún ‘Días de cine’: “Llega el momento de la publicidad. Disfrutad del cine si podéis; si no, también tenéis la música, la literatura o incluso la historia, a no ser que queráis ser presidente… ”

https://m.youtube.com/watch?v=wH_Ffh5aMuw

¿Os pasa alguna vez?

Porque este presente –lúdico, egocéntrico y narcisista- supera lo de basado en hechos reales. Veo más realidad en series y veracidad en un falso documental, que credibilidad del día a día.

Y así, de repente, apenas sin avisar y en el telediario, aparece un niño corriendo entre ráfagas de guerra como titular de última hora. Se desmiente al día siguiente, abriendo el noticiero.
Se disculpan. Era una promo de una película. Parecía tan real…
Mientras en mi ordenata, suenan disparos y visualizo de refilón. casi la misma escena pero desde el visor de un francotirador. Asimismo es una peli; basada en una historia verdadera…
Y saldrán libros, cuadros, cortos… inspirados en una u otra guerra. ¿Pero cuál es cuál?
¿De qué país? ¿Qué es cine y qué suceso? ¿Alguien? ¿Nadie?

¿Os pasa a vosotros también?

Cuando veía ‘The Wire’, me alucinaban los microcosmos de ficción tan cercanos a lo real que me instruían en las negociaciones entre instituciones gubernamentales y públicas; así como en el reparto de presupuestos del estado. Eran cuestiones y ficciones de allá, pero gracias a ellas, entendía mejor los titulares de acá.
No es que en esas series made in USA todo es muy de verdad o saben de bambalinas porque los guionistas han estado ahí de una manera u otra, en la negociaciones de la calle y los despachos presidenciales (la realidad esta ahí… en Wikileaks e Inside Job); es que cuando llega ‘Homeland’ (primera temporada, por favor) ya no se sabe quién se alimenta de qué, qué fagocita a quién o quién es quién.

Y comienzan mis dudas…
Por entonces, en las noticias, veo a un soldado americano hablando en árabe, convertido al Islam y autoinmolándose. Impresionante. Pero alucino, cuando muestran los videos online -de estilo acción hollywoodense- que lanzan los yihadistas para captar fieles. Espeluznante.

Creo que ahí, empezaron los síntomas…

Capítulo aparte que he de mencionar; la estupenda ‘Crematorio’. Autentico reflejo del culebrón marca España del boom inmobiliario con gángsters nacionales -que no son los de Scorssesse, ya mitos populares, ni Los Soprano, leyenda televisiva; menos aún los terroríficos imitadores de ‘The Act of Killling’, que sólo atisban la verdad de la realidad, cuando ven en la ficción de un show de mentira, la propia reinterpretación de sus crímenes-.
Darían para otra temporada (o spin off de corrupción), todos los sobres, prostitución y drogas que van apareciendo en los debates televisivos de entonces y de estos días… Aún hoy en día.
Da igual norte, sur, levante… Cadena o canal… O que se justifique con que los vicios, lo ilegal o lo que engorda. ahora forma parte del PIB -y de cuentas en Suiza- ¡Folclore! ¡Gobierno de España!
¡Que hasta asesinato de concejala hemos tenido! Delirante.

Y todo por venganza.
Como en el Castillo de Naipes del Spacey, magnifica versión de la británica ‘House of Cards’ sobre los tejemanejes de un congresista -léase político cualesquiera- para llegar a presidencia; rompiendo la cuarta pared y hablando directamente al espectador, que sirve de referencia a políticos reales y nuevos candidatos…

Como ‘Juego de tronos’ que también es recomendación política y regalo monárquico.
Y como si fuera un cameo se (me) cuela Obama considerando ‘The Wire’ su serie favorita y twitteando “no spoilers para House of Cards”, donde también se refleja la actual crisis racial en América por muy presi ‘black-ish’ que tengan. (La nuestra; con refugiados, vallas e emigrantes. Y ya con series ad hoc, que comentaremos en serio)
La primera temporada termina muy selfie, saludando a cámara y cerca del presidente-. En la segunda, golpea con su anillo la mesa presidencial (Knock on wood)

Hay tercera y en diciembre se estrena la cuarta. Hablaremos de ello.

Te lo digo en serie.

En esta actualidad que se va docu-ficcionando con cadenas por cable (me) parece todo un continuo déjà vú. Y dudo de haber dejado el DVD encendido con las secuencias eliminadas de cualquier serie on.

¿Os pasa a vosotros también?
Menos mal que existe la mosca del emplazamiento o ficción publicitaria, aunque veo que hasta las noticias también tienen mecenas y patrocinios. Sin pausa.
Creo que empiezo a sufrir “ficcionitis”.
Es una realidad.